En solo unos meses, la pandemia de COVID-19 ha cruzado fronteras y océanos, matando a miles, enfermando a millones y obligando a millones más a contar con el caos económico y personal de cierres y cierres patronales.
Sin embargo, a medida que aumenta el recuento mundial de infecciones, la crisis también ha dado lugar a actos de ingenio. La pandemia ha desencadenado una carrera mundial por una vacuna eficaz y por las pruebas precisas y de respuesta rápida que serán necesarias antes de que los lugares de trabajo puedan reabrir de manera segura. Las vacunas y las pruebas son esenciales, pero no son el único frente para combatir el virus.
Ante una amenaza urgente, los científicos han girado desde otros proyectos y han agrupado sus recursos hacia avances dirigidos a reducir la infección y proteger vidas. Las principales son las herramientas que crean lugares más limpios y seguros para los pacientes y quienes los tratan, y que alivian las demandas aplastantes impuestas a los trabajadores de la salud durante esta crisis.
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